Sin ninguna duda, este concepto empresarial ha permitido que las empresas adquieran un valor inmenso dentro de la estrategia social y se conviertan en aliadas imprescindibles para las grandes y pequeñas organizaciones no gubernamentales que trabajan en favor de los derechos humanos y el bien común.
Desde el punto de vista de las organizaciones sin ánimo de lucro como Achalay, esta importancia se debe principalmente a:
- Influencia empresarial. El acceso a la sociedad e influencia que tienen las empresas a través de la comunicación y la publicidad.
- Recursos empresariales. Las empresas cuentas con recursos a los que las ONGs no tienen acceso y que permiten impulsar los proyectos y acciones.
- Inversión social. Cada vez más, los gobiernos comparten su poder económico con los mercados, haciendo que las grandes corporaciones y la financiación de la cooperación al desarrollo sea compartida y difícilmente soportable exclusivamente por los estados.
- Capital humano y responsabilidad individual. Las empresas cuentan con uno de los motores más importantes de la sociedad: el Capital Humano. Si conseguimos movilizar el talento de las personas en favor del bien común de la sociedad, estaremos construyendo una sociedad más responsable.
Achalay colabora con diferentes empresas impulsando su actividad social y proyectos de responsabilidad corporativa. Si eres responsable de RSC o tu empresa busca proyectos sociales a los que vincularse, acuérdate de Achalay y presenta un proyecto. Envía un email a info@achalay.es
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