jueves, 1 de julio de 2010

Páginas de un Diario. Julio 2010: "¿Y en verano? Achalay no para. Cambia el paso"


Aprieta el calor, los días se hacen interminables y quien más, quien menos, busca con la mirada la llegada de las vacaciones. Cada año tenemos la sensación de llegar más exhaustos, de haber dado un poco más que el anterior. Como si les faltara el aire, como después de un gran esfuerzo, nuestros pulmones de voluntario resuellan. Nuestras manos descansan en la cintura y nuestro cuerpo se inclina levemente hacia delante.

Achalay vive de sus voluntarios, de todos los que somos voluntarios. Vive de muchos trocitos de tiempo robados, pedidos prestados, al sueño, a la familia, al trabajo en ocasiones. Es fácil caer en el agotamiento y perder la perspectiva del largo plazo en el que trabajamos. Es importante, para preservar el ánimo, la salud, la familia y todo lo esencial que nos rodea y nos hace personas, que sepamos darle tiempo al tiempo, espacio a nuestras vidas y descanso a nuestras personas.

Con la Asamblea General de Socios del pasado mes de junio, la Junta Rectora de Achalay pasa la página de un curso escolar más y lo hace renovada por la decisión de sus socios de mantener la confianza intacta. Durante otros tres años, este Equipo de Voluntarios trabajará sin descanso para sembrar de esperanza las zonas grises de nuestro mundo.

¿Y en verano? No paramos, cambiamos el paso. Achalay nació en verano, nació de aquellos “viajes de verano”. Para muchos de los voluntarios de Achalay todo empezó un verano, con una experiencia, con una vivencia. Cada año se ha repetido este ciclo, de una forma natural, contagiosa, no buscada. Se acercan nuevos voluntarios dispuestos a partir rumbo a Brasil, a Paraguay, a Argentina o a distintos lugares de África. Ellos son Achalay, llevan nuestro nombre y nos traen, allá por septiembre, la energía necesaria para impulsar de nuevo la maquinaria.

Nuestro centro de Madrid vive días de campamento urbano de verano. Son días de jornada completa en los que el Equipo Educativo exprime su ilusión, su entrega y sus fuerzas para ofrecer a los pequeños de San Blas una alternativa de ocio y de integración.

Nuestros SEDAS, nuestros socios en destino, cuentan las horas que faltan para que los Voluntarios de Achalay les acompañen unos días, o unas semanas, en su ardua labor de cambiar el mundo cada día. Un acompañamiento que es Misión, y que es sin duda parte de la clave de nuestra forma de ser.

Querido lector, ya por lector Amigo, posiblemente vienes a nuestro lado desde hace tiempo, posiblemente compartes con nosotros cada día y cada actividad. Por eso, queremos compartir, contigo nuestro verano, nuestra calma, el tiempo que le dedicamos a los SEDAS, al campamento de los niños o a preparar el curso que viene con todo lo que ya se nos avecina.

Coge fuerzas con nosotros y recupera el aliento a nuestro lado, que el camino en el que estamos metidos, juntos, no acaba, siempre está ahí.

Feliz Verano, Feliz Descanso y nos vemos en septiembre…

Ramón Pinna Prieto
Asociación Achalay España

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