
Muy queridos Amigos
Es costumbre por estas fechas que, quien más quien menos, todos hagamos un poco de reflexión y tratemos de entender cómo hemos vivido el curso, cómo podemos mejorar, y cuánto de afortunados hemos sido por las compañías que hemos compartido.
Es costumbre, también por estas fechas, que trayendo al momento presente todas estas meditaciones, me acuerde irremediablemente de cada uno de vosotros, tanto de aquellos con los que ya tenemos un camino recorrido de años, como de aquellos otros con los que nos acabamos de encontrar y ya sentimos que queremos hacer juntos el resto del camino.
Y ése traerte a mi recuerdo, a mi momento presente, al momento presente de Achalay, se transforma en el ánimo sano de querer expresarte mi agradecimiento más sincero por todo lo que aún tenemos que compartir. Quiero, por eso, que sientas esta carta como pensada para ti exclusivamente, y dirigida exclusivamente para ti. Es así.
Ha sido un curso apasionante, maravilloso diría, no exento, ciertamente, de algo de vértigo y de pasajeras sensaciones de vulnerabilidad en el entorno de lo que hacemos. La situación que vivimos nos obliga a ser doblemente optimistas, y queremos serlo para reafirmar las convicciones que nos mantienen vivos cuando más necesarios somos todos, vosotros y nosotros.
Ha sido el curso de la consolidación del Proyecto de Madrid en San Blas, al que semanalmente acuden un centenar de niños a su acompañamiento escolar y al espacio en el que poder ser niños. Un espacio al que todos los días vienen decenas de adultos a intentar reorganizar su vida laboral y con ello su vida misma, y en el que recibimos a muchos inmigrantes desorientados de un centro cercano de Intervención de urgencia de Cruz Roja.
Mantener San Blas, el Proyecto Madrid de Achalay, es ya una necesidad social, una necesidad viva del barrio. Los institutos y colegios de la zona nos reconocen en nuestra actividad y nos piden colaboración. Los servicios sociales del ayuntamiento recurren a Achalay cada vez con más frecuencia como aliado en la lucha contra la exclusión del niño. La Comunidad de Madrid renueva su confianza en nuestro proyecto tras cada una de las inspecciones que nos envía. Las otras ONG´s del barrio nos visitan como referente de organización y como socio a la hora de compartir recursos con ellos en la medida concreta y siempre ajustada de nuestras posibilidades.
Mantener San Blas es muy caro. Sería casi imposible para Achalay si no considerásemos a las empresas e instituciones de Achalay como parte de nuestro proyecto. Con vosotros y de vuestra mano es un hecho que sí resulta posible hoy, y me atrevo a predecir que también mañana.
Achalay nació en el Sur de América y en las vivencias que allí tuvimos. Por eso seguimos allí, por eso somos parte de aquello y lo seguiremos siendo siempre.
Este curso seguimos adelante con la propuesta de ayuda a la nutrición infantil y a la preparación y formación nutricional de las “mamitas” de los cientos de niños de las comunidades campesinas del sur del Ande Peruano.
Llevamos de nuevo la esperanza, el saberse acompañado y el agua a la Comunidad de la Estrella en el Chaco Argentino, facilitando la vida a cientos de personas ofreciéndoles una nueva expectativa.
A unos cientos de kilómetros de allí, dentro del mismo Chaco, pero ya en Paraguay, reformamos y modernizamos las instalaciones completas de un internado de menores, de niños, de unos 70 niños.
No olvidamos en ningún momento a las familias y comunidades que nos necesitan para apuntalar su emprendimiento productivo de fabricación de lácteos en los valles ribereños de Lima.
Hemos tenido presente en nuestra actividad a las familias de la Formosa interior en Argentina, tratando de ayudarles a sobrellevar lo mejor posible las dificultades de todo tipo por las que vienen pasando desde hace décadas.
Tras varios años colaborando con la actividad de apoyo a la comunidad de Martí en Cuba y de la mano de las mismas misioneras, hemos saltado a Camerún, en el corazón de África para apoyar a la infancia en el seno de una nueva escuela nacida con vocación de afianzar la esperanza de su población.
Tenemos la enorme fortuna de seguir contando con ayudas específicas para mejorar la salud de muchos de los habitantes de Turkana, en Kenia, donde, como en el resto de lugares, soñamos con poder hacer más.
Por cuarto año consecutivo nos comprometimos con la propuesta de crear un hogar para los niños de la calle en Karatu, Tanzania, donde los resultados de una acción maravillosa, sostenida en el tiempo, son ya una realidad.
Son tantas y tantas las necesidades que vamos conociendo que nos sigue sabiendo a poco cada nuevo reto que asumimos y por el que nos entregamos. Al tiempo es tanta, tanta la satisfacción que experimentamos, que nos colma de alegría y nos renueva en el trabajo diario.
Ha sido éste el curso en el que hemos querido apostar de manera definitiva por la comunicación, por trasladar valores a la sociedad y tratar de asumir de esa manera una acción también transformadora de nuestro pequeño mundo.
Renovamos nuestra web, http://www.achalay.es/ trabajamos con intensidad para sacar adelante dos Blogs con el alma de achalay en los que tratamos de dejar por escrito y vivo, con mayor o menor fortuna, todo aquello que sentimos y todo aquello que vivimos.
Terminamos el curso auditando con brillantez nuestras cuentas y renovando nuestra titularidad de Utilidad Publica, mejorando nuestros procesos de trabajo y poniendo las bases para nuevos retos como el próximo análisis de Achalay por parte de la Fundación Lealtad o el Programa Amigo para nuestros socios y simpatizantes.
¿Y todo esto? Todo esto nace contigo, gracias a tí. Nace como fruto directo de la comprensión, del ánimo, del cariño y de la ayuda concreta que nos brindas. Lo compartimos contigo, lo cuidamos a tu lado y nos conjuramos para mantenerlo, y en la medida de lo posible, para hacerlo crecer.
Achalay es una Gran Pasión al servicio de un gran Ideal.
Muchas Gracias por toda tu ayuda, por tu generosidad, por tu palabra amiga, por tu abrazo y por hacernos llegar al corazón de mucha gente.
Desde lo más profundo del mío y en nombre de todo el Equipo, te deseo un feliz descanso, unos días de verano maravillosos en los que puedas disfrutar de tus seres queridos y de ti mismo.
Nos vemos en septiembre.
Te mando un fuerte abrazo.
Ramón Pinna Prieto
Asociación Achalay España
Asociación Achalay España
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