viernes, 30 de noviembre de 2012

Una cadena humana en el Centro Achalay en San Blas




“Una cadena humana. Eso es lo que  convirtió lo que prometía ser un trabajo hercúleo de unas horas, en un rato  breve de risas, miradas y bromas. Achalay sigue adelante con su compromiso de estar cerca de los que más nos necesitan, esta vez de la mano del recién creado Banco de Alimentos vinculado al Centro de día para la juventud e infancia de San Blas y gracias a  la infinita generosidad de Mocitos, empresas que en la crisis se vuelcan para contribuir aun más con la mejora de la sociedad en la que operan.

En esta ocasión la misión era descargar una tonelada de alimentos, unos cinco palés cargados hasta arriba de conservas básicas para ayudar a las más de 100 familias de los chicos que día a día se acercan al centro.

Ya era un regalo el que Mocitos desinteresadamente nos donara semejante cantidad y nos lo dejara en la misma puerta, para simplemente recogerlo y almacenarlo para preparar los lotes de comida a distribuir en el barrio. Sin embargo, este regalo se hizo de repente aun más grande, de nuevo gracias al efecto Achalay que parece no agotarse. Nuestras empresas estuvieron allí con nosotros Olswang, Linklaters y Santander. No sólo nos ayudan con ideas y oportunidades y soportan económicamente el centro, sino que además, su compromiso rompe barreras y llega a cada uno de sus empleados, que se sienten parte de la aventura en la que sus empresas se embarcan.

Tampoco faltaron a la cita las familias del barrio, los padres y madres de  nuestros chicos del centro, demostrando su compromiso, su cuota de responsabilidad, su amor por los suyos. Porque ellos reciben
pero saben dar más, y más aun de lo que reciben.



También estuvo con nosotros la junta y la familia de la junta y los amigos de la junta. Quienes nos rodean y nos quieren saben que Achalay lo es todo para nosotros, nos roba tiempo y energía pero para devolvernos aun más para seguir soñando y trabajando por que este mundo de garabato en el que soñamos se haga más grande cada día.

Y en esos minutos mientras recogía a la izquierda y entregaba a la derecha melocotones, guisantes y judías, mientras escuchaba las risas nerviosas de las madres, sabedoras de que una de esa latas seria la
cena del lunes próximo, me vino a la cabeza aquellos días de inicio de esta aventura, cuando decidimos abrir el centro de san Blas.

Fue una decisión difícil, por el compromiso que suponía, por la inversión que implicaba y. fundamentalmente porque nos costaba entender el sentido a un centro así en Madrid. Robando palabras a
Steve Jobs en su discurso de apertura del curso del 2005 en Stamford, uno no puedes conectar los puntos hacia adelante, solo puedes hacerlo hacia atrás.

El viernes, en San Blas, recogiendo comida para el banco de alimentos de Achalay, entre amigos, entre familia, arropados por nuestras empresas, vi como lo puntos se unían y daban sentido a todo. Entonces
no lo sabíamos, pero embarcarnos en esta aventura en 2008 nos aseguraba estar preparados y listos para responder a esta crisis con la fuerza del que sabe que está listo para hacerle frente, con la confianza del que cree que Achalay es una pequeña pieza que completa el puzle en el que muchos vemos que este es el camino para crear un mundo más justo.

Gracias a todos por seguir a nuestro lado"

Carmen Valentín-Gamazo


El pasado viernes 23 de Noviembre se vivió un momento mágico y cooperativo en nuestro Centro de Achalay San Blas. Ante la generosidad de una empresa murciana de alimentación, Los Mocitos, que nos ha donado más de una tonelada de conservas de verduras, frutas y legumbres para colaborar con nuestro joven Banco de Alimentos, se pidió la ayuda, colaboración y esfuerzo de todo aquél y aquella que pudiese echarnos una mano en la descarga del camión; y la respuesta tanto de las familias como de los voluntarios fue excepcional y todos y todas colaboraron mano a mano creando una “gran cadena” de trabajo, que con humor y alegria y mucha disposición, hizo que los kilos “no pesasen” y todo el trabajo se hiciese en un periquete. A todas las mamis, papis, hermanos, primos, tias, voluntarias y voluntarios venidos desde todos los puntos de Madrid. OS QUEREMOS DAR LAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN

Y justo el día después de la gran descarga de conservas realizamos la segunda entrega de alimentos. Completamos cada lote con las conservas Mocitos recién recibidas. De nuevo las familias estuvieron muy agradecidas por la ayuda, de las conservas lo que más gustó fueron los melocotones en almíbar, la gran mayoría comentaron que a los niños les iba a encantar para el postre. Además, entre entrega y entrega, las amas de casa nos hacían sus comentarios para ayudarnos a mejorar y optimizar los lotes, que si el arroz largo es más fácil de cocinar que el normal, mejor arroz para las familias latinas/asiáticas y pasta para la españolas, más barato el aceite de girasol que de oliva para cocinar.....

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